¡Buenas noches! Hoy vamos a hablar sobre el colesterol malo y comentaremos también cuatro posibles remedios caseros para paliarlo.
El colesterol es un lípido que encontramos en los tejidos corporales y en el plasma sanguíneo. Existen dos tipos de colesterol: el bueno y el malo, aunque esta sustancia en sí no sea dañina para el organismo humano, sino totalmente necesaria. En concreto, el colesterol malo es el de baja densidad (LDL) que se acumula en las paredes de las arterias, dificultando así que la sangre circule correctamente hacia el corazón. De esta forma, los niveles altos de este tipo de colesterol aumentan el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y, por lo tanto, es necesario controlarlo. Se recomienda mantener su nivel por debajo de los 100 mg/dL, y se considera demasiado alto si es superior a 160 mg/dL.
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Algunas de las causas del aumento del LDL, y por tanto falta de HDL, son el tabaquismo, el consumo de alcohol, la ingesta de alimentos con grasas de origen animal, el sedentarismo...
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Dentro de sus propiedades, cabe mencionar las que sirven para reducir factores de riesgo como la hipercolesterolemia.
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- Actúa como antioxidante por su contenido en flavonoides, los cuales mejoran el metabolismo celular, aumentado la destrucción de ácidos grasos para la obtención de energía.
- Actúa como vasodilatador, gracias a su contenido en apiol, el cual ayuda a mejorar la circulación de la sangre.
- Reduce la tensión arterial, ya que estimula al riñón a eliminar el exceso de líquidos.
Contraindicaciones: puede causar reacciones alérgicas en la piel y mucosas, y también sangrado en ciertas personas si se consume en grandes cantidades. Debido a su contenido en apiol, no se recomienda si estás embarazada.
Recuerda que ante cualquier duda debes consultar a tu médico.
