El remedio que propongo para el tema de hoy que es la gingivitis es la CÚRCUMA.
La CÚRCUMA o Cúrcuma Longa L. es una planta originaria del continente asiático, dónde se utiliza de forma común para diversidad de fines.
Antiguamente fue usada por los farmacéuticos de Asia y Europa para tratar la Fiebre Amarilla y la ictericia, simplemente porque era amarilla y parecía totalmente indicada para tratarlas. En la actualidad se ha podido comprobar este hecho.
El principal componente es la curcumina, que es estable en estómago e intestino humano y se absorbe muy rápidamente gracias a su lipofilia. Este hecho hace que se utilice en la alimentación como especia y condimento que dá un color mostaza a las comidas.
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Además también posee efectos antiinflamatorios y disminuye el colesterol, las LDL, los triglicéridos y los fosfolípidos plasmáticos.
Existen estudios que demuestran su eficacia en la estabilización de membranas, importante durante el transcurso de enfermedades neurodegenerativas, cardiovasculares, hepáticas, diabetes y cataratas.
Las últimas investigaciones se centran en su capacidad anticancerosa, sobre todo cáncer de piel, colon y duodeno. En 2008 se publicó en Taiwan un estudio que demostraba su eficacia en cáncer de pulmón: se indujo la paraptosis o muerte de las células madre cancerosas.
"La reina de las especias" como así la llaman, posee nutrientes como proteínas, fibra, niacina y minerales como el hierro, cobre y magnesio, entre otros.
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La popularidad de la cúrcuma va en aumento y hoy en día muchas civilizaciones han decidido incorporarla a su dieta diaria, ya sea en forma de especia y condimento alimenticio, en forma de píldora o extracto de cúrcuma líquido concentrado.
Para su aplicación en el tema de hoy, la gingivitis, se aprobecharán sus propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias.
Según estudios de la Sociedad Indú de Peridoncia, la curcumina disminuye la placa bacteriana, la inflamación de las encías y la actividad bacteriana general de la cavidad bucal. Esta actividad por lo tanto, es comparable con la de los enjuagues bucales con clorhexidina.
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Para utilizar la cúrcuma como enjuague, necesitaremos una taza con un poco de agua y media cucharada de cúrcuma en polvo. Mezclamos bien hasta lograr una pasta con consistencia similar a la de un chicle. Se debe aplicar esta pasta directamente a las encías y se deja actuar 10 minutos.
Se retira enjuagando con agua tibia.
Este proceso se debe realizar una vez al día al menos.