Hoy vamos a hablar de las hemorroides y el remedio propuesto en esta ocasión es el TOMATE.
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El tomate es una baya de forma esférica, generalmente, que toma un color rojo intenso al madurar.
Algunas de las variedades de tomates, según la forma y el tamaño son: cherry, Dan- Ronc, Monserrat, Pera, Daniela, etc.
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Los tomates de mejor calidad son los cultivados durante los meses de verano.
El tomate tiene una alta relevancia en la alimentación y se cultiva actualmente en todo el mundo para el consumo, ya sea fresco en ensaladas combinado con otros alimentos o directamente, o procesado en forma de salsa, zumo o puré. En el siglo XVIII se volvió altamente popular gracias al invento revolucionario de la salsa de tomate.
Se trata de un alimento casi exento de calorías (100g de tomate aportan 18 kcal.) debido a que en su mayor parte está compuesto por agua. Posee proteínas y glícidos que le dan un ligero sabor dulce, junto con ácido orgánicos que se lo dan ácido. Es una importante fuente de Potasio y Magnesio, importantes para el sistema nervioso; Vitamina C, que aporta propiedades antioxidantes que intervienen en la formación de tejido óseo, de colágeno, de dientes, etc. y Vitamina B, que actúa sobre el aparato digestivo y mantiene en buen estado la piel.
Otro componente importante del tomate es el licopeno, que le dá a éste el color rojo característico. Además, es un antioxidante natural. Este licopeno y el poder cicatrizante que ejercen las Vitaminas presentes en el tomate van a favorecer el tratamiento de la afección de la que hoy hablaremos durante el día: las hemorroides.
En cuanto a la aplicación en caso de HEMORROIDES, si existe sangrado rectal, se debe incrementar la ingesta de plantas y frutos de las solanáceas. Entre ellas encontramos la tomatera y el tomate. Este alimento calmará el prurito que acompaña a la aparición de las hemorroides, y además favorece la cicatrización.
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Para su aplicación es necesario colocarse tumbado sobre una toalla, de lado. Se cortará un tomate, proveniente de la nevera y muy maduro, a la mitad para que la pulpa y el contenido queden expuestos, y esta parte la colocamos contra la pared anal inflamada haciendo una ligera presión. Este paso debe durar media hora aproximadamente y repetirlo todos los días hasta que los síntomas remitan.
Otra forma de aplicación sería sentarse encima del tomate, aunque esta posición podía ser un poco más incómoda.
Además de esta forma de aplicación, existe otra que consiste en cortar el tomate en gajos y colocar cada uno de ellos con la pulpa sobre la hemorroide inflamada, si no existe demasiado dolor se permanecería sentado.
Y hablando de tomates... Os dejo un fragmento de la película "Tomates verdes fritos" muy muy recomendable!
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